La fracturación subparalela

La fracturación macroscópica y microscópica subparalela hasta ahora descrita en otros capítulos, es una característica que acompaña de manera regular a los cantos en los conglomerados del Buntsandstein afectados por marcas en hoyo y con cráteres. Se asume que ambas características están relacionadas la una con la otra tal y como han confirmado los experimentos por choque (ver experimentos de impacto sobre conglomerados sintéticos)

En un afloramiento, la dirección de la fracturación es más o menos homogénea, pero no hay una tendencia regional. Las direcciones de fracturación en afloramientos separados tan solo por unos pocos cientos de metros pueden diferir significativamente (ver también debajo). En algunos afloramientos, se observa un segundo conjunto subordinado y aproximadamente normal al principal conjunto. A pesar de su general consistencia en la dirección, las fracturas no tienen el carácter de diaclasas sistemáticas. Son por lo general irregulares, curvadas y bifurcadas. El espaciado es del orden de milímetros y parece ser independiente del tamaño del canto. Las fracturas se han formado por extensión y, por tanto, son de tipo distensivo. Los desplazamientos paralelos a la fractura son extremadamente raros y solo se presentan de un modo obvio en las fallas. Incluso las superficies de los cantos fuertemente fracturados son remarcablemente lisas.

Origen de la fracturación subparalela

Hipótesis de un origen tectónico

Tradicionalmente, la fracturación tensional subparalela y densamente espaciada de los cantos podría interpretarse tectónicamente como desarrollada paralelamente al esfuerzo compresivo mayor. De hecho, tales conglomerados deformados son raramente observados, lo cual se explica por el preferencial esfuerzo de cizalla y desplazamientos entre los componentes.

En un estudio de conglomerados sitos en California e Israel, Eidelman & Reches (1992) muestran que las fracturas tensionales subparalelas en cantos pobremente cementados se pueden desarrollar bien, incluso en un estadio de esfuerzo compresivo, y de esta manera ser excelentes indicadores de esfuerzos tectónicos regionales.

Básicamente, la fracturación subparalela de los conglomerados del Buntsandstein tiene un punto en común con los conglomerados estudiados por Eidelman & Reches (1992). Las mayores diferencias son el espaciado de las (macro)-fracturas el cual es uno o dos ordenes de magnitud menor que en los cantos de Buntsandstein, el carácter no sistemático de las diaclasas tensionales principales, y la dirección regional no existente. Estas diferencias y las observaciones de secciones delgadas de múltiples conjuntos de microfracturas decoradas sugieren un origen diferente que el producido por un esfuerzo tectónico convencional

Fracturación subparalela en estructuras de impacto y explosiones nucleares

Fracturación subparalela tanto macroscópica como microscópica ha sido citada en algunas estructuras de impacto terrestres, sin – no obstante – ningún modelo de formación. Nos referiremos en primer lugar al artículo de Albar & Mayer (1989) sobre sistemas conjugados de superficies-s densamente espaciadas en la estructura de impacto de Vredefort obviamente relacionados con conos astillados. Un corto estudio realizado por Reiff (1979) sobre „ fracturas subparalelas originadas por shock„ en la estructura de impacto de Steinheim basin también relaciona la fracturación con la formación de conos astillados. En la opinión de Reiff, la fracturación subparalela esta orientada paralelamente a los ejes de los conos astillados y de este modo podría haberse originado por ondas de choque compresivas.

Un „clivaje astillado„ en una arenisca procedente de la estructura de impacto de Gosses Bluff muy similar a las estructuras mencionadas con anterioridad para la estructura de Vredefort es mostrado en un artículo por Milton (1977). El clivaje macroscópico en el cuarzo de Saint-Paul-la-Roche cerca de la estructura de impacto de Rochechuart ha sido propuesto (Kraut 1969) también como el posible resultado del impacto. En la estructura de impacto de Azuara, observamos fracturación subparalela densamente espaciada que se presenta en las margas del Malm (margas negras).

Fracturas intergranulares microscópicas subparalelas han sido citadas para, p.e., el cráter Deep Bay (Robertson et al. 1968) y para la estructura de impacto de Ries (Chao 1977). De acuerdo con Chao, los conjuntos principales de fracturas intergranulares subparalelas estan relacionadas espacialmente con el esfuerzo aplicado y, en el caso del impacto de Ries, son radiales o concéntricos al punto de impacto. Microfracturas subparalelas intergranulares han sido también citadas en las granodioritas chocadas en el experimento nuclear de Harthat (Short 1968).

Modelo de fracturación de cantos inducido por choque

La fracturación subparalela conocida a partir de diversas estructuras de impacto y observada en las capas conglomeráticas del Buntsandstein sugiere que la última no tiene un origen tectónico sino que se ha formado en el mismo evento de choque así como la craterización de los cantos. Repetimos los rasgos más compatibles con una deformación dinámica que con un esfuerzo regional, los cuales son el carácter no sistemático de las diaclasas tensionales, la tendencia no regional de su dirección, las superficies extremadamente lisas de los cantos fracturados incluso en el caso que estén densamente comprimidos, y los múltiples conjuntos de microfracturas subparalelas decoradas con inclusiones fluidas, las cuales fueron atrapadas a elevadas temperaturas.

En la imagen de debajo, se ha trazado el resultado de la investigación realizada en el campo sobre las direcciones de ruptura de los conjuntos de diaclasas densamente espaciados en los conglomerados del Buntsandstein localizados al oeste, suroeste y este de la estructura de impacto de Rubielos de la Cérida. El trazado confirma la ausencia de una dirección regional general, y la dirección puede considerarse como aproximadamente tangencial y radial con respecto al borde de la estructura de Rubielos de la Cérida. Este modelo recuerda la afirmación (Chao 1977; ver arriba) que la microfracturación en las rocas de la estructura de impacto de Ries esta espacialmente relacionada con el punto de impacto y que direcciones de ruptura tangenciales y radiales pueden ser observadas. Además, en los experimentos de choque sobre esferas de cuarzo, conjuntos de fracturas especialmente paralelas y perpendiculares a la trayectoria de impacto se desarrollaron.

Añadimos que en la imagen de debajo, hemos trazado los conjuntos de fracturas macroscópicas dominantes únicamente y que un sistemático análisis de la relación entre este conjunto y un conjunto perpendicular a veces desarrollado (ver arriba) queda por realizar

 

Dirección de la orientación de la fracturación macroscópica subparalela en los cantos de cuarcita presentes en los conglomerados del Buntsandstein.

Resumiendo, sugerimos que la peculiar macro- y microfracturación de los cantos procedentes de los conglomerados basales del Buntsandstein esta relacionada con las estructuras de impacto de Azuara y especialmente de la de Rubielos de la Cérida. Las ondas de choque y las de rarefacción procedentes del objetivo impactado alrededor del actual pueblo de Rubielos de la Cérida fueron las responsables del daño causado a los cantos bajo la forma de fracturación subparalela. Este modelo dinámico explica la mayoría de las observaciones presentadas aquí de una manera mucho mejor que un modelo tectónico.